La cápsula reutilizable con forma de gota de chicle, apodada "Calypso" por su tripulación, fue lanzada al espacio sobre un cohete Atlas V.
WASHINGTON, – La nueva cápsula Starliner de Boeing y una tripulación inaugural de dos miembros de la NASA se acoplaron sin problemas a la Estación Espacial Internacional (EEI), superando una prueba clave para demostrar la capacidad de vuelo de la nave y agudizar la competencia del fabricante con SpaceX de Elon Musk.
El acoplamiento se logró a pesar de una pérdida anterior de varios propulsores de chorro de control de guía, algunos de ellos debido a una fuga de propulsión de helio, que la NASA y Boeing dijeron que no debería comprometer la misión.
El CST-100 Starliner, con los veteranos astronautas Barry “Butch” Wilmore y Sunita “Suni” Williams a bordo, llegó a la plataforma orbital tras un vuelo de casi 27 horas después de su lanzamiento desde la Estación Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida.
La cápsula reutilizable con forma de gota de chicle, apodada “Calypso” por su tripulación, fue lanzada al espacio sobre un cohete Atlas V equipado y pilotado por la empresa conjunta de Boeing y Lockheed Martin United Launch Alliance.
La nave se acopló de forma autónoma a la EEI cuando ambas orbitaban a unas 400 kilómetros sobre el sur del Océano Öndico a las 1734 GMT, mientras los dos vehículos surcaban el globo en tándem a unos 28.160 kms por hora.
La aproximación final de la nave y el acoplamiento, tras un breve intervalo en el que Wilmore controló manualmente la cápsula, fueron retransmitidos por Internet por la NASA. “Es un placer estar unido a la gran ciudad del cielo”, dijo Wilmore por radio al control de la misión en Houston, tras el acoplamiento.
A su llegada, Wilmore, de 58 años, y Williams, de 61, pasaron unas dos horas realizando una serie de procedimientos estándar, como comprobar si había fugas en la esclusa y presurizar el paso entre la cápsula y la EEI, antes de abrir las escotillas de entrada.
Un vídeo en directo de la NASA mostró a los sonrientes recién llegados, con sus trajes de vuelo azules, flotando ingrávidos de cabeza a través del pasillo acolchado, uno tras otro, hacia la estación. Williams fue el primero en ingresar.
Los astronautas fueron recibidos calurosamente con abrazos y apretones de manos por los siete miembros de la tripulación que actualmente residen en el puesto avanzado: cuatro cosmonautas estadounidenses y tres rusos.
Wilmore y Williams permanecerán a bordo de la estación unos ocho días, para luego partir en un vuelo de regreso que llevará al Starliner en una candente reentrada a través de la atmósfera terrestre y terminará con un aterrizaje asistido por paracaídas y airbag en el desierto del suroeste de Estados Unidos.
Años de problemas técnicos
El lanzamiento del Starliner se produjo tras años de problemas técnicos, varios retrasos y una primera misión de prueba con éxito en 2022 al laboratorio orbital sin astronautas a bordo.
Los fallos de última hora habían echado por tierra los dos primeros intentos de lanzamiento con tripulación del Starliner, incluida una fuga de helio en el sistema de propulsión de la cápsula que, según determinaron luego las autoridades, no era tan grave como para justificar una reparación mecánica.
Boeing construyó Starliner bajo contrato con la NASA para competir con la cápsula Crew Dragon de SpaceX, que desde 2020 ha sido el único vehículo de la agencia espacial estadounidense para enviar tripulantes de la EEI a órbita desde suelo estadounidense.
La misión actual marca el primer vuelo de prueba de Starliner con astronautas a bordo, un requisito antes de que la agencia espacial pueda certificar la cápsula para misiones rutinarias de astronautas.